Ya es tarde para Retractarse
Si mi suposición era cierta Allexey me conocía de antes de encontrármelo en la villa, pero de donde, estaba segura que nunca lo había visto, pero el sabia tanto de mi. En ese momento sentí lo que nunca había sentido terror verdadero, de quien podía ser la persona de la que me había enamorado. De repente en la ventana de enfrente se encendió una luz y salió Allexey, me miraba con unos ojos tristes como si hubiera sabido que había descubierto que el era el dueño de la carta.
No pude mas así que cerré la ventana y me metí a la cama y me quede profundamente dormida y soñé que me llamaban, el lugar en el que estaba era tan increíblemente hermoso como imaginario era una planicie llena de flores y en el horizonte se miraban dos grandes montañas, pero lo extraño era que estaba nevando pero no se sentía frio, la nieve en mi piel se sentía como una brisa en pleno verano y oía que me llamaban pero no era mi nombre, la voz que me llamaba decía algo como Mira… poco a poco se fue haciendo mas claro y decía Amira, la voz era como la voz de una madre hablándole a un bebe y sonaba como una canción de cuna.
“Amira mi pequeña flor de oro, plata y marfil ven y duérmete en mis brazos mi querida Amira, mi querida princesa.”
La voz se iba haciendo cada vez mas débil y se iba desvaneciendo hasta que todo quedo en silencio y me desperté de golpe. Mi reloj marcaba las 4:30 de la mañana, me volví a acostar en la cama y me quede viendo el techo hasta que salió el sol, la señal de que retractarme de la decisión que había tomado ya era imposible y la única opción que me quedaba era ir y enfrentar a Allexey.
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